Taller tecnológico de promoción de maquinaria agrícola italiana con encuentros B2B

Cinco empresas italianas presentes, 110 participantes registrados y 65 encuentros B2B realizados son algunos de los resultados positivos que se obtuvieron del taller tecnológico de mecánica agrícola que se realizó en Quito, Ecuador, los días 14 y 15 de septiembre con la presencia también del Ministro (s) de Producción, Comercio Exterior, Inversiones y Pesca, Alfonso Abdo e instituciones como la Prefectura del Pichincha, el Consorcio de Gobiernos Autónomos Provinciales del Ecuador (CONGOPE), empresarios y expertos de la producción.

La iniciativa, organizada por la Agencia ICE en colaboración con la Embajada de Italia en Quito y la Federación Nacional de Fabricantes de Maquinaria Agrícola (Federunacoma), tuvo como objetivo promover la tecnología Made in Italy en el sector de la mecanización agrícola entre sus homólogos locales.

Las empresas italianas presentes en Ecuador (Caron Transporter, Irriland, Selvatici Srl, Tecnoagri, Zappettificio Muzzi Scarl) presentaron diversas soluciones tecnológicas, en particular: tractores con plataformas de carga adaptables a diferentes sectores, equipos de riego, grupos electrógenos y motobombas, maquinaria para viñedo, máquinas para trabajar la tierra, máquinas para el mantenimiento de la tierra, diseño y producción de componentes para el montaje de maquinaria agrícola.

Las importaciones de maquinaria agrícola italiana a Ecuador registraron 5,3 millones de dólares en 2022, con una participación de mercado del 2,9%. Las actividades del workshop itinerante para la promoción de la mecanización agrícola italiana estuvieron seguidas de una animada sesión de reuniones B2B y posteriores visitas a empresas ecuatorianas.

Empresas italianas visitan Ecuador

Caron es una empresa con sede en Vicenza que se ha desarrollado a lo largo de los años especializándose exclusivamente en la producción de vehículos de transporte todoterreno. Nacida de un taller mecánico que construía plataformas especiales para ser aplicadas a segadoras o cultivadoras rotativas, evolucionó hacia finales de los años 60 con el diseño de los primeros vehículos de transporte con estas características. Caron siempre ha concentrado todos sus recursos en este sector particular, alcanzando en los últimos años un nivel de experiencia que garantiza un producto de vanguardia, expresión de eficiencia y calidad.

Zappettificio Muzzi, en el mercado desde los años 50, nace como taller para la reparación de herramientas agrícolas. Su paso inicial fue la realización del primer moldeado de hojas para herramientas agrícolas; desde aquel momento, la empresa no dejó de crecer hasta convertirse, en 1981, en sociedad cooperativa, adquiriendo la actividad anterior y conservando la denominación original para garantizar a su clientela la continuidad de las tradiciones de calidad, productividad y seriedad comercial.

Desde 1984, Tecnoagri, diseña y fabrica máquinas para la agricultura, el sector agroalimentario, la industria y el mantenimiento de zonas verdes. El éxito que ha obtenido en estos años se debe a su gran capacidad y voluntad de seguir innovando constantemente para conseguir la total satisfacción del cliente. La producción se lleva a cabo eligiendo cada día la calidad. Desde el diseño hasta la elección de las materias primas, de los trabajos de soldadura, pintura y montaje, pasando por las pruebas técnicas y funcionales y llegando hasta el control de calidad.

Irriland ha impuesto rápidamente su nombre en los mercados nacionales e internacionales, con una vastísima gama de productos modernos y confiables. La capacidad para elaborar proyectos, el espíritu de colaboración, la disponibilidad para la búsqueda de las soluciones que mejor respondan a las necesidades de la clientela y la sinergia de un calificado grupo de profesionales, están en la base del éxito de Irriland.

La empresa Selvatici produce implementos agrícolas para trabajar el suelo desde 1969. Su producto estrella es, de hecho, la cavadora, una herramienta que, a pesar de estar en el mercado durante muchos años, todavía está luchando por ser conocida a gran escala por todos los agricultores. Las ventajas de cavar frente a la labranza tradicional, como el arado o el rotavator, son múltiples: menor consumo de combustible por hora, enterramiento de residuos de cultivos más homogéneos, no formación de la suela de la labranza profunda y, por lo tanto, mayor permeabilidad del suelo.